Qori (Oro en la lengua Quechua) hace referencia al enorme legado que conforma el intercambio entre las diferentes comunidades de habla hispana y más en concreto el nexo de unión que siempre han representado las Islas Canarias con la cultura iberoamericana.
Bajo la inspiración de este nombre nace una de las elaboraciones más selectas de Bodegas El Lomo. El comienzo está en un viñedo situado en la comarca de Tacoronte en la región Nordeste de la Isla de Tenerife. Este viñedo alberga una doble singularidad, su ubicación en una zona de altitud cercana a los 600m sobre el nivel del mar, la orientación del viñedo que propicia el máximo aprovechamiento de la luz solar y el suelo, en la ladera de una antigua caldera volcánica, con mucha profundidad y un manto de picón volcánico, lo que como en la conocida Geria de Lanzarote, propicia la preservación de la humedad de forma natural.
El segundo factor de singularidad es sin duda el cupaje de varietales canarios que componen el viñedo: Gual; Verdello; Vijariego Blanco y Albillo Criollo. El concepto enológico detrás de Qori nace de la combinación magistral de estas variedades de uva, muy apreciadas por sus características de forma independiente y con un fuerte carácter con lo que el equilibrio que se consigue con Qori resulta especialmente complejo, más aún cuando lo que se persigue es que cada una estas aporte sus señas de identidad en las diferentes fases de cata del vino.
Albillo Criollo: Variedad local de la Isla de La Palma. La palabra Albillo proviene de la palabra latina album que significa “blanco”, muy utilizada para denominar a determinadas variedades blancas. Uno de los varietales más equilibrados, concentra gran cantidad de azúcares al tiempo que presenta una magnífica acidez. Esto proporciona unos vinos frescos, aromáticos y muy elegantes, en las que destacan aromas a frutas tropicales y notas especiadas, minerales y ese equilibrio con la acidez que hace emerger unas notas salinas muy agradables.
NOTA DE CATA:
De color dorado pajizo rerflejo de su paso por lías y lágrima lenta.
En nariz es intenso, complejo y goloso, destacan los aromas a fruta blanca madura y jazmín complementados con notas lácticas sobre un fino fondo salino y balsámico con sutiles toques ahumados.
Equilibrado, amplio y de paso untuoso. Disfruta de buena acidez en su recorrido y con taninos abocados y suaves. Persistente, en botella se le augura una maduración muy positiva..
RECOMENDACIONES:
Servir entre 12-14ºC. Acompañar con quesos ahumados y curados, pescados y mariscos y gastronomía japonesa (Sushi) y cocina Nikkei y Chifa.